Necias neuronas me reclaman,
la lluvia en memorias
y sus gotas de vida.
El momento, las caricias, las palabras.
Los carteles y los libros ya olvidados.
El mar, el cómo nos miraba,
locos, sueltos al viento soplar....
Dos palabras en unas horas,
atrapadas en mi garganta,
solitarias, calladas,
vencidas...
Visitamos aquel lugar,
recogemos flores al sonreir.
La realidad es una paradoja,
de treinta años después.
M.Oskr